Deshidratación

Deshidratación: causas, síntomas, tratamientos

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La deshidratación afecta a todas las poblaciones del mundo. El peligro es aún mayor cuando la deshidratación afecta a niños pequeños y ancianos. Además, estos son los países en desarrollo más afectados. La diarrea, los vómitos y la boca seca son signos visibles de deshidratación.

Deshidratación, ¿Qué es?

Definición de deshidratación

La deshidratación no es una "enfermedad" en sentido estricto, es un estado fisiológico con consecuencias más o menos importantes. Este estado fisiológico es el resultado de una consiguiente disminución de líquido dentro del cuerpo. La deshidratación puede deberse a la desnutrición o incluso a una diarrea grave.


Este líquido, en cantidad inferior a la normal, en el caso de un estado de deshidratación, está constituido principalmente por agua y sales minerales.

La deshidratación puede afectar a cualquier persona, pero se debe tener especial cuidado con los niños pequeños y los ancianos.

Causas de la deshidratación

La diarrea, principal consecuencia de la deshidratación, es causada por:

  • falta de higiene;
  • desnutrición, particularmente en lo que respecta a los alimentos "ricos en agua";
  • contacto y / o hidratación con agua contaminada.

Las bacterias pueden ser la causa de la diarrea, como Campylobacter, Salmonella, Shigella o incluso E. Coli. Pero también virus, como el rotavirus. Estos organismos vivos, responsables de un estado diarreico, se transmiten fácilmente de un individuo a otro, particularmente al manipularlo o incluso al ingerir agua o alimentos contaminados.

Personas afectadas por la deshidratación

La deshidratación está más presente en los países en desarrollo. Este hecho se debe a la falta de acceso a agua potable o la falta de saneamiento básico. La prevalencia mundial asociada con patologías diarreicas es de casi 1,5 millones de niños.

Este estado de deshidratación puede afectar a todas las personas, independientemente de la edad, el sexo o incluso el lugar donde vivan. No obstante, tanto los ancianos como los niños y los lactantes son categorías de personas que deben considerarse con más atención. De hecho, en lo que respecta a los ancianos, a veces tienen más dificultades para hidratarse con regularidad, especialmente en períodos de fuerte calor. En cuanto a los niños, durante el crecimiento, las consecuencias de la deshidratación son más graves que en los adultos. En este sentido, promover la hidratación en estas categorías de personas es fundamental.

Cuando la diarrea no se trata de inmediato, puede ser peligrosa. De hecho, la pérdida de agua y sales minerales puede tener consecuencias importantes en el funcionamiento del organismo (órganos vitales, músculos, cerebro, etc.), y más aún en el niño en crecimiento o incluso en los ancianos, cuyo cuerpo está debilitado.


Para evitar que la deshidratación empeore, es importante mantener una hidratación constante, es decir, cerca de 1,5 L de agua al día.

Los síntomas de la deshidratación.

La deshidratación está relacionada a través de ciertos signos específicos, en particular:

  • menos necesidad de orinar;
  • la ausencia de lágrimas;
  • lengua seca, labios y piel secos;
  • una piel "grisácea";
  • una depresión de la fontanela (parte blanda del cráneo del bebé);

La diarrea, los vómitos, son los signos más demostrativos.

Las diarreas relacionadas con un estado de deshidratación son comunes en niños y bebés. Además, generalmente son escasos y de corta duración. En cualquier otro caso, debe considerarse con cuidado, para evitar consecuencias más graves.

Otros síntomas también pueden acompañar a este estado diarreico: fiebre, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor de estómago o calambres abdominales .

La presencia de sangre en las heces es evidencia de deshidratación severa, esta es la condición más alarmante.

Factores de riesgo asociados con la deshidratación.

Los factores de riesgo de deshidratación son, por supuesto, una hidratación diaria recomendada insuficiente (alrededor de 1,5 L de agua por día). Pero también un estado de desnutrición, el consumo de alimentos y / o agua contaminados por bacterias o virus que pueden provocar diarreas.

A pesar de la falta de hidratación personal, la manipulación y la vía oral son, por tanto, las dos principales vías de transmisión del riesgo de diarrea.

Tratamientos y prevención de la deshidratación

Para limitar cualquier riesgo de transmisión bacteriana o viral, por lo tanto, es muy recomendable adoptar reglas de higiene: lavar bien los alimentos, lavarse bien las manos después de ir al baño, no beber el agua si es esto no es potable.

Además, es recomendable beber entre 1,5 L y 2 L de agua al día. Esta recomendación varía en particular según las prácticas físicas y deportivas individuales, la presencia de determinadas patologías subyacentes o incluso el período estacional.

La enfermedad se trata principalmente y principalmente mediante rehidratación. Para limitar el empeoramiento de las pérdidas de agua y sales minerales, se recomienda beber y comer con la mayor normalidad posible.

En el caso de los bebés deshidratados, existen soluciones de rehidratación oral, prescritas para la diarrea severa. Cuando estos disminuyan, es recomendable alimentar al niño poco a poco, con leches maternizadas o alimentos sólidos.

Si los síntomas persisten con el tiempo, es importante que se comunique con el médico de inmediato. Pero también si se ve sangre en las heces, si la diarrea se acompaña de fiebre y una temperatura corporal superior a 38,5 ° C.

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